LA IGLESIA SIGUE UNIDA,

 LOS CRISTIANOS SEPARADOS

Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.( Juan 17:21)

La Santa Iglesia es UNA, nacida de Pentecostes, consolidada con el Don del Espiritu Santo en los Concilios Universales y proclamada en el propio Credo.  

Pero ya desde los primeros cristianos la obra del maligno fue cristalizando en constantes rupturas heréticas ya condenadas por el Apostol. Sin embargo la columna vertebral de la Iglesia, la histórica Pentarquia, se mantuvo  intacta como depositaria de la Revelación Divina.

Circunstancias históricas han hecho que en el denominado Gran Cisma, esa Pentarquia perdiera el Patriarcado de Roma. Constantinopla, el segundo hasta entonces en el orden jerarquico,  asume la Primacia y juntamente con el resto de patriarcados históricos mantuvo viva la Iglesia de Cristo. “Yo no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el mundo…Padre santo, guárdalos en tu nombre, el nombre que me has dado, para que sean uno, así…”. (Juan 17:11)

Lo que realmente falta es la unidad de los cristianos y es ahí a traves del ecumenismo en donde tenemos que buscar y evidenciar cuanto nos une y seguir trabajando en aquello que nos separa, que siempre es mucho menos y que con una inmensa caridad y amor a la Iglesia y a Cristo nuestro Dios y con una gran capacidad de renuncia a otros intereses ajenos a la propia vida cristiana,( “Nada hagáis por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde… “ Filipenses 2:3.)  es posible un reencuentro definitivo en la Casa común de todos los cristianos, porque “esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”.( Juan 17:3) y para que también aquí se cumpla la Profecia “ y les daré un solo corazón y un solo camino…”, ( Jeremías 32:39)