EN NUESTRA PARROQUIA NOS
REUNIMOS DESDE HACE MUCHO TIEMPO, UN NUMERO DE PERSONAS CASI TODAS JOVENES,
REPARTIDAS EN TRES GRUPOS DE ORACION.
Nos sentamos a meditar dos veces al día, a la mañana y a la noche, durante unos veinte minutos o media hora cada vez, y a medida que pasa el tiempo, ya el encuentro se hace continuo, y podemos orar en todo momento y lugar, porque el corazón tiene una oración que es ininterrumpida.
Además nos reunimos cada grupo un dia a la semana, donde compartimos nuestras experiencias, nos acompañamos, nos alentamos para seguir en el camino y meditamos juntos en la Oración del Corazón.
Todo ésto nos conduce a descubrir que nuestra felicidad y paz son algo natural, que Dios nos regala a manos sueltas, y que no depende de las circunstancias en que nos encontremos.
Meditamos porque nuestro corazón fue hecho para estar en Dios, y allí queremos tenerlo.
Nos sentamos a meditar dos veces al día, a la mañana y a la noche, durante unos veinte minutos o media hora cada vez, y a medida que pasa el tiempo, ya el encuentro se hace continuo, y podemos orar en todo momento y lugar, porque el corazón tiene una oración que es ininterrumpida.
Además nos reunimos cada grupo un dia a la semana, donde compartimos nuestras experiencias, nos acompañamos, nos alentamos para seguir en el camino y meditamos juntos en la Oración del Corazón.
Todo ésto nos conduce a descubrir que nuestra felicidad y paz son algo natural, que Dios nos regala a manos sueltas, y que no depende de las circunstancias en que nos encontremos.
Meditamos porque nuestro corazón fue hecho para estar en Dios, y allí queremos tenerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario